Cada 10 de marzo, la Organización Mundial de la Salud, OMS, lo declaró como el día mundial del riñón. De ahí, que el estudio de esta la enfermedad renal se ha profundizado, pero los casos también se han multiplicado, viéndose cada vez más la afectación en niños que llegan a consulta con graves problemas renales.
La Dra. Mónica Bohorquez, nefróloga pediátrica del Hospital de Niños Roberto Gilbert de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, lo afirma dado el incremento de pacientes que se atiendan en la consulta especializada del hospital.
Señala que las enfermedades renales son muy frecuentes en los niños y que entre las múltiples causas la más frecuente son las uropatías o las malformaciones urinarias, luego de eso le siguen las del parénquima o riñón propio como pueden ser el síndrome nefrótico, síndrome nefrítico, enfermedades infecciosas, lupus y otras.
Sin embargo, aclara que la prevención tiene un papel importante en la aparición de una enfermedad renal, cuando no es congénita. “La obesidad es uno de los factores de riesgos de la enfermedad. Ésta está asociada a la diabetes y la hipertensión en los niños las que tienen un repercusión sistémica y renal”
De ahí la importancia de llevar un control periódico del niño con el pediatra que permita identificar alguna anomalía porque los síntomas aparecen cuando ya la enfermedad y el daño renal esta avanzado. “Una vez que está causado el daño renal es irreversible como tal, pero si hay un control adecuado se puede mantener el estadío un mayor tiempo posible y eso va a permitir tener más alejada la insuficiencia renal en la que se necesite hacer diálisis”.
Entre los síntomas que pueden darse es fiebre recurrente, infecciones en las vías urinarias, no hay incremento del peso y talla del niño. Bohorquez, señala que en la consulta externa del Hospital de Niños Roberto Gilbert, atienden un promedio de 15 pacientes diarios de lunes a viernes; y de 5 a 6 interconsultas de pacientes de hospitalización son para nefrología; “son cifras más altas que años anteriores” señaló.
La especialista recomienda hacer prevención a través de:
• Hacer actividad física, no fomentar el sedentarismo en el niño y la obesidad.
• Llevar un control periódico al pediatra
• Evitar las comidas chatarras que aportan con muchas calorías
• Evitar el consumo excesivo de sal
• Cambiar hábitos y estilos alimenticios en la familia
