Norma, (nombre protegido), tiene 27 años y ha intentado suicidarse por seis ocasiones, pero nunca había buscado ayuda profesional. Al preguntarle sobre qué la motiva a esos pensamientos fue muy puntual en su respuesta “problemas familiares y la ruptura con mi novio” afirmó.
Tiene dos hijas pequeñas, cursa el 6to semestre de una carrera universitaria, pero comenta que cuando la persona intenta suicidarse no piensa en nada, ni en nadie, “solo quiere morir”, dice, esta paciente del área de Vida del Instituto de Neurociencias de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, donde mensualmente se atiende un promedio de 12 pacientes con depresión que hayan intentado suicidarse o tengan una muerte frustrada. Ahí, Norma permaneció 16 días recibiendo tratamiento.
“Las terapias que hacemos y las medicinas que tomo han hecho que no tenga pensamientos suicidas. Ahora quiero salir abrazar a mis hijas y dar los exámenes en la universidad y me veo a futuro con mi título profesional” manifestó.
La psiquiatra Victoria Silva, jefa del área de vida del INC, señala que son múltiples las causas que originan una depresión, la que conlleva al suicidio. “En los adultos, las principales causas son los problemas económicos por la falta de una oportunidad laboral, los problemas familiares y rupturas sentimentales; mientras que, en los niños y adolescentes, están los problemas familiares, fracasos escolares o académicos y el bullying” señaló la especialista.
Señala que la depresión es más frecuente y de más fácil diagnóstico en los adultos; pero en los niños y adolescentes no, porque son diferentes las manifestaciones de conducta que puede presentar y confundir el diagnóstico; y aclaró que el tratamiento de estos pacientes puede tomar mucho tiempo, inclusive hay pacientes que deben tomar medicamento de por vida.
Silva da pautas para que los familiares puedan reconocer los síntomas de la depresión y evitar el suicidio buscando la atención de un especialista. “Generalmente en los niños se dan cambios de actitud, en el temperamento, el rendimiento escolar y trastornos de comportamientos; en el adolescente, se manifiestan con cambios de conducta, bajo rendimiento académico, el cutting; y, en los adultos, los síntomas más comunes son el insomnio y el estrés, factores que si no los saben manejar se convierten en síntomas de ansiedad que pueden pasar a la depresión, más aún si hay algún factor genético lo que puede ayudar a convertirse en una psicosis y la persona puede colapsar.
Las estadísticas señalan que los hombres son más propensos al suicidio, “de 3 a 4 hombres versus 1 mujer, se suicidan. “Los hombres son más determinantes al momento de hacerlo” manifiesta Silva, quien recomienda mantener una buena comunicación familiar, saber encontrar las formas adecuadas de resolver un problema, no pelear ni discutir delante de los hijos ni que éstos vean agresiones físicas, dedicar más tiempo a los hijos, ya que no solo importa la calidad sino también la cantidad de tiempo que ellos permanecen y comparten con los padres; estar pendiente de los cambios de conducta o rendimiento escolar y académico de los hijos, informares sobre la depresión lo que lo ayudará a identificar síntomas de riesgos como los cambios de hábitos, los patrones del sueño y otros.
Por el día Mundial de la Prevención del Suicidio, que se recuerda el 10 de septiembre, el Instituto de Neurociencias ofrecerá una charla gratuita “Espectro de la conducta suicida y factores de riesgos”, a las 11h00 en el auditorio del instituto, para reservación puede escribir a This e-mail address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it
Agradecemos la predisposición de cobertura y difusión de esta actividad.