Didier Riviera tiene dos meses de vida y un corazón a prueba de batallas. Y es que al nacer fue diagnosticado con ‘tetralogía de Fallot’, cardiopatía congénita que afecta a 2 de cada 10. 000 recién nacidos vivos en el mundo. Aunque fue un embarazo a término, tenía muy bajo peso y era muy pequeño.

Después de dos años, tiempo en que le fueron amputadas ambas piernas, Abraham Litardo Zalamea de 67 años y oriundo del cantón Milagro, pudo hacer su sueño realidad al recibir una silla de ruedas plegable que la Junta de Beneficencia de Guayaquil le entregó en coordinación con la ONG extranjera Free Wheelchair Mission.

Armando es un adulto mayor guayaquileño de 72 años, soltero y sin hijos que vivía en las calles y a quien sus únicas compañías eran la soledad, unos perros y su cacatúa.

Fausto Espinoza es un guayaquileño no vidente de 74 años con diabetes quien debido a su estado de salud y calamitosa situación económica fue abandonado en el Hogar del Corazón de Jesús.