Leonela Garcés es una joven cuya esperanza de ser madre se vio ensombrecida por una impactante noticia. Un tumor maligno apareció en uno de sus hombros y amenazaba su vida. Gracias a los cuidados proporcionados gratuitamente en el Hospital Gineco-Obstétrico Enrique Sotomayor, su bebé nació sano y ella hoy puede continuar su tratamiento.

Por años, Leonela y su esposo Cristhian, ambos oriundos de la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas y de escasos recursos económicos, habían intentado tener un bebé. La feliz noticia no llegó en un momento adecuado pues a la joven le diagnosticaron un tumor maligno en su hombro izquierdo.

"No era el mejor momento, cuando tenía cinco meses de embarazo los médicos de Solca me dijeron que analice bien la situación porque era mi vida o la de mi hijo", cuenta Leonela.

Ella se aferró a Dios y decidió suspender los tratamientos de quimioterapia para seguir con su embarazo. "Puse en sus manos mi vida y la de mi hijo. Sí tuve miedo de que naciera deforme por los efectos de la quimioterapia o de que simplemente no pudiera nacer", recuerda Leonela.

Fue así que llegó al Hospital Enrique Sotomayor en donde a través del área de Trabajo Social, se gestionó que su atención sea rápida y gratuita. Contra todo pronóstico, su bebé nació bien.

Aunque Leonela volvió a sus terapias, lo hizo con fuerzas renovadas porque como dice "Dios tiene la última palabra".