Diario El Telégrafo, Guayaquil. La atención en el área de emergencia se vuelve crítica. Se atiende hasta en los pasillos. El área de emergencia del hospital Luis Vernaza es muy concurrida debido a que constantemente llegan los pacientes víctimas de accidentes, enfermedades crónicas, entre otras patologías graves.

El jefe de emergencia y subdirector técnico del hospital, Alberto Daccach, indica que no es una novedad que el área esté abarrotada, ya que la ciudad solo cuenta con dos hospitales para la atención de adultos.

“Están el hospital Guayaquil, que también está saturada  porque no es muy grande, y el hospital Luis Vernaza, mientras que Quito cuenta con cerca de 5 casas de atención”, resalta.

Según datos del nosocomio, entre viernes y lunes se registran entre  100 y 110 ingresos, mientras que de martes a jueves se reportan un máximo de 90 enfermos.

Daccach expresa que el aumento de atenciones se da  por el incremento de crímenes, mientras que en patologías resaltan la insuficiencia renal, accidentes cerebro-vasculares, crisis hipertensivas y otras comunes en nuestro medio.

Ese fue el caso de María Alcívar, quien en la consulta de triage de emergencia fue diagnosticada con una glicemia de 410, lo que le puede causar, entre otras cosas, un derrame cerebral. La glicemia normal debe oscilar entre  80 y  110 como mínimo.

Gloria Chávez, hija de Alcívar, al responder las preguntas de la residente Francia García dijo que desde el sábado pasado su madre presenta dolor de cabeza y vómito, por lo que la llevó a la emergencia del hospital Abel Gilbert Pontón -Guayaquil-, pero solo le recetaron encimas digestivas -espasmocanulase-.

A Chávez lo sucedido le deja una amarga sensación pues tal incidente  pudo haberle costado la vida a su progenitora, por eso asegura que no regresará al lugar.

Mientras que al Vernaza llegan enfermos provenientes de diferentes sectores, no solo de la ciudad, en respuesta a la buena atención que se da en los diversos casos, así lo ratifica Janeth Granda, que llegó a las 07:00 con su suegra Lidia Rivadeneira, quien sufría fuertes dolores abdominales.

Ambas son conscientes  de que deberán esperar varias horas para obtener los resultados de radiografía, ecografía y, en especial, los exámenes de laboratorio, debido a la gran demanda de usuarios que tiene el lugar.

Granda reconoce que “de todas formas la atención es mejor y más económica que en otros lugares”.

La paciente también asegura que no iría al hospital Guayaquil porque no le produce confianza, aunque vive cerca de allí, en Febres Cordero y la 29.

Al respecto, la doctora Mónica Altamirano y la licenciada Elga Coronel, médica tratante y coordinadora de bienestar del paciente, respectivamente, señalaron que otro de los factores que acrecientan las complicaciones del área son las derivaciones que vienen del hospital Universitario, Guayaquil y de localidades como Ventanas, La Troncal, Quevedo, Santo Domingo, entre otras, por falta de espacio o especialistas.  

Para Coronel lo ideal sería que desde estas unidades previamente se consulte si el Vernaza está en capacidad de atenderlos y acogerlos, pero en la práctica no lo hacen.

“A veces el paciente viene con asistencia respiratoria, lo que significa que requiere una máquina de reanimación, pero si tenemos otras personas en espera, son ellos los que tienen prioridad, entonces eso nos hace mal vistos por los familiares”, explica la coordinadora.

Por su parte, el subdirector resalta que seguirán cumpliendo con las atenciones, en la medida de su capacidad, “porque una de las políticas de la Junta de Beneficencia de Guayaquil (JBG) -entidad que regenta el hospital- es atender a todos los pacientes que lo requieran”.

Pero el problema no está solo en las consultas, sino en el área de hospitalización de emergencia, ya que cuenta con 60 camas, las que no se dan abasto para  los cerca de 45 pacientes que ingresan al día, “entonces eso hace que se vaya saturando el área”.

Ante el colapso que se evidencia en los hospitales, tanto públicos como  privados de la beneficencia, la opción que dejan los pacientes y médicos es la creación de más casas de salud en la ciudad, para que puedan atender la demanda, además para que  brinden una adecuada atención a cada uno de los enfermos.

Tomado de diario El Telégrafo, 25 de agosto de 2009.