Diario El Telégrafo, Guayaquil. Un grupo de pacientes del hospital psiquiátrico inauguró una exposición en la galería Mirador. Su maestro dice que tiene cierto parecido con Renoir. Antonio quizás no entiende el referente, pero se siente halagado. Sonríe, sin embargo no mira a su interlocutor. Sus pupilas, negrísimas, se enfocan en ninguna parte, mientras él se toma la cabeza y sigue recibiendo comentarios positivos. Sus pinturas, desde el martes pasado, se exponen junto a las de otros seis creadores en la galería Mirador de la universidad Católica de Guayaquil.
La muestra se llama “Píntame una sonrisa” y posee una particularidad: fue hecha por pacientes del hospital psiquiátrico Lorenzo Ponce, que en su mayoría padecen de esquizofrenia. Antonio es uno de ellos y su trabajo es el resultado de varios años en el taller de pintura del internado (él dice que son 35), que dirige desde 1973 el maestro cañarejo Alfonso Uzhca.
Gracias a la constancia en el grupo, Antonio ha moldeado un estilo propio. De entre los 34 cuadros que se exhiben, los suyos se distinguen porque tienen rayas verticales multicolores sobre imágenes acabadas. Con esta técnica presenta el retrato de una mujer que, por los colores amarillos y rojos con que se forma, nos traslada -más que al impresionismo de Renoir- al arte pop y a la Marilyn Monroe de Warhol.
El día de la inauguración estuvieron presentes seis de los pintores del psiquiátrico. Fueron el centro de atención, los más perseguidos por los flashes y los más entrevistados. Jaime, otro de los internos-artistas, decía que sus dibujos no tenían un significado específico, que eran más abstractos y que prefería plasmar elementos de la naturaleza, porque las formas humanas no le salían bien. A sus 62 años, estaba impresionado por la atención que recibía. Ante el anuncio de que saldría en televisión, sus labios se habían convertido en una sonrisa permanente.
Alfonso Uzhca mencionó que el trabajo en el taller se hace de una forma que permite a los pacientes estar cómodos. Esto se da, por ejemplo, con losEl muralista guayaquileño Jorge Swett también intervino en la apertura con una reflexión sobre el arte y la locura. En su ponencia citó a varios personajes de la historia del arte como el francés Jean Cocteau.
La actividad fue realizada por un grupo de alumnas de la Universidad Católica, como parte de un proyecto para la cátedra Animación Cultural. En un folleto reunieron las voces de algunos involucrados con el proceso y una reflexión del filósofo francés Michel Foucault, que hace hincapié en que “la locura no se puede encontrar en estado salvaje. La locura no existe sino en una sociedad…”.