El H. Vernaza en la historia

Haciendo una remembranza del antiguo Hospital General Luis Vernaza, vienen a la mente los efectos del movimiento subversivo que derrocó al gobierno el 28 y 29 de mayo de 1944, cuando el pueblo de Guayaquil junto con el Ejército se enfrentaron contra el cuerpo de carabineros fieles al Presidente de ese entonces.

Ciertas memorias observan el carácter del Hospital General de la Junta de Beneficencia de Guayaquil como el único de su género en la principal ciudad del Ecuador. Observando los hechos, el ejercicio de la medicina siguió establecido en el hospital de la Junta, cuyos médicos fueron y son personajes dignos del respeto que les impone importantes papeles en el campo de la medicina en calidad de notables.

El Hospital General de la Junta llevaba la vanguardia de mayor consideración en la república, siendo los médicos del puerto los más dedicados a la atención hospitalaria, al desarrollo de las ciencias médicas, a las obras de filantropía, como también en corporaciones de servicio. En los aciagos sucesos, los médicos del hospital plegaron a sostener a los pacientes mal heridos, al contar con el mejor servicio hospitalario porque dependía de la Junta de Beneficencia de Guayaquil –autónoma–, la que se ayudaba de la filantropía de la sociedad civil y del solidario esfuerzo de los médicos. El propio empresario español Manuel Janer fue a principios del siglo XX un importante benefactor para la Junta de Beneficencia de Guayaquil.

El hospital influye en la formación de médicos con respeto por la cultura general, en una preparación humanística que armonice con la práctica de la profesión. La preparación de los médicos en la facultad se complementaba con el entrenamiento en el hospital general, quienes aplicaban en mucho los principios de la medicina norteamericana y la europea. Así, en el caso del levantamiento de 1944, no es posible ignorar al Hospital General Luis Vernaza acogiendo a los pacientes en el triste momento que vivió la ciudad. En un pasado reciente, en la misma línea humanitaria, el hospital fue el baluarte en los cuidados de los enfermos por la epidemia de cólera que afectó a Guayaquil y al país. Nos resta espacio para seguir descifrando la evolución de los servicios médicos con sus grandes aciertos, pero es de interés conocerlo y prestigiar el esfuerzo de la Junta de Beneficencia de Guayaquil en el pasado, como también el gran impulso del presente en el progreso de la atención médica.

Roberto Vergara Noboa,
doctor, secretario general de l. Junta de Beneficencia de Guayaquil, Guayaquil

Tomado de diario El Universo, 19 de junio de 2008

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