Diario El Telégrafo, Guayaquil. Acudir al médico a tiempo y no automedicarse evitarán males mayores a los enfermos de gripe e infección. El inicio de la etapa invernal, el cambio de temperatura, la mezcla de aguas lluvia, servidas y de consumo, traen consigo un sinnúmero de factores que desencadenan enfermedades que atacan en especial al sistema respiratorio, digestivo y la a piel, debido a la proliferación de virus, bacterias y parásitos.
La gripe fue el resultado en el caso de Máxima De la Cruz, quien el pasado 3 de enero se mojó con la primera lluvia que cayó –inesperadamente- en la ciudad. “Permanecí mojada 10 minutos, eso fue suficiente para amanecer con las vías respiratorias congestionadas y malestar corporal”, contó mientras el doctor Julio Alvarado la auscultaba.
Frente a ello, el doctor Stenio Cevallos, coordinador del servicio de terapia respiratoria del hospital Luis Vernaza, aseguró que en esta época aumentan en un 30% las consultas por casos respiratorios, causados por las variaciones climáticas, atacando principalmente a la población vulnerable, como ancianos, niños, enfermos crónicos, asmáticos o alérgicos sin control y pacientes con VIH y cáncer, ya que tienen las defensas bajas.
Con esa referencia, Luis Tapia, líder de la sala de neumología del hospital Francisco de Ycaza Bustamante, afirmó que los infantes más propensos a esta enfermedad son los menores de 5 años, sin descartar a los demás, que en mayor número llegan con neumonía avanzada, por el descuido de los padres y falta de recursos económicos para solventar el tratamiento.
“El inconveniente es que la gente deja avanzar los problemas respiratorios, que luego se convierten en casos neumológicos”, mencionó Enrique Valenzuela, director del hospital Roberto Gilbert.
Entonces lo recomendable es tomar precauciones y acudir al médico a tiempo, más aún si el paciente presenta fiebre y falta aire, porque al existir un enfermo en una casa o lugar de trabajo las demás personas se contagian por la poca ventilación, carencia de servicios básicos e higiene.
A esto se suman los problemas en el aparato digestivo que básicamente ocurren porque los alimentos se contaminan al no mantener una conservación adecuada (refrigeración). La variación brusca de temperatura hace que los alimentos se descompongan y al ingerirlos produzcan trastornos, aseveró Félix Cabrera, gastroenterólogo pediátrico.
Las bacterias, parásitos y virus ingresan a nuestro organismo por la boca, a través de los implementos, alimentos y agua que suelen estar contaminados por el mal manejo que tienen, explicó Manuel Maridueña, gastroenterólogo del Luis Vernaza.
También recomendó reducir el consumo de alimentos crudos (vegetales), y -de hacerlo- lavarlos bien; ingerir agua hervida o envasada que garantice su contenido. Además, asear periódicamente las cisternas y demás recipientes en los que se mantenga el agua de consumo, para evitar infecciones y, especialmente, el cólera que sigue latente.
Entre tanto, los problemas de la piel son provocados por el calor, que hace proliferar el salpullido. Mientras que las erupciones se generan por el uso de agua empozada (contaminada) para bañarse.
Recomendaciones
•Evitar la cercanía de las personas enfermas.
•Cambiarse las prendas mojadas por la lluvia.
•Rehuir de factores alérgicos como pelo de animales, polvo, humo de cigarrillo, moho, entre otros.
•Vacunarse contra la gripe.
•No automedicarse y visitar al médico de inmediato.
•Tomar los medicamentos recetados por el doctor, para prevenir la resistencia a los mismos.
•Taparse la nariz y la boca al estornudar o toser.
•Reducir los cambios de temperatura.
Tomado de diario El Telégrafo, 16 de enero de 2009.