Diario El Telégrafo, Guayaquil. Entidades adelantaron la celebración por el Día del Padre. Otras lo harán hoy con varias actividades. Con una programación sencilla el hospicio Corazón de Jesús de la Junta de Beneficencia de Guayaquil y el centro  gerontológico Arsenio de la Torre Marcillo agasajaron a cientos de ancianos por motivo del Día del Padre, que se conmemora mañana.

Ambas entidades programaron un evento que combinó concursos, bailes, música y poesía.

El hospicio Corazón de Jesús, a diferencia de los otros años, festejó a cerca de 450 ancianos internos con la presencia de garotas, con las cuales  los adultos mayores demostraron sus habilidades para el baile y el canto. Además, se realizó la elección del Padre Símbolo.

Luis Delgado, de 80 años llegó a ese hospicio hace más de tres meses. El anciano, de cabello blanco y barbas canosas, llevaba puesto un sombrero de pirata y vestía una camisa negra y un pantalón gris. Sus problemas en las piernas no le impidieron que bailara y saltara junto a las bailarinas.

Él aseguró que se sentía contento porque estaba festejando su día clásico en compañía de sus amigos y los directivos de la entidad y familiares.

“Me he puesto mi mejor traje, que tenía guardado para esta ocasión. En esta mañana amena y alegre nos estamos divirtiendo mucho con mis compañeros de la casa asistencial”, dijo un poco agitado.

Al igual que Delgado, Emilio Guevara, de 83 años, también celebró este día, aunque  a medias. En esta fecha en especial, recuerda que su familia lo abandonó hace más de tres años y medio.

Carmen Delgado, jefa del departamento de Terapia Ocupacional, señaló que una de las habilidades especiales de atención integral, dentro de la programación que realiza el hospicio, es festejar a los adultos mayores.

“No solo se les da atención médica, ropa y alimento a los ancianos, sino que también se los agasaja para sustituir emocionalmente los cuadros depresivos que pueden presentar, justamente en estas fechas especiales”, dijo.

Delgado indicó que en el hospicio hay alrededor de 450 ancianos asilados entre mujeres y hombres que son atendidos amablemente por un personal altamente calificado.

La funcionaria manifestó que se incentiva a que los adultos mayores realicen actividades recreativas para mantenerlos activos y dinámicos.

Carlos Flores,  un no vidente de 71 años, quien lucía un terno negro, fue electo como Padre Símbolo.

El anciano explicó que en la sala San Vicente de la institución fue sorprendido por sus compañeros para que participe en el acto. “Tengo ocho hijos que viven en los Estados Unidos, ellos me apoyan y siempre me vienen a visitar. Vine acá con la esperanza de hacer amigos y pasar el resto de mi vida tranquilo”.

Asimismo, los directivos del centro gerontológico Arsenio de la Torre Marcillo realizaron un homenaje a más de 400 ancianos que están recluidos en dicho lugar.

Los abuelitos en compañía de sus familiares escucharon a un grupo coral que interpretó el himno del centro y otros temas que amenizaron la velada.

Rosa Azúa, directora del centro gerontológico, explicó que les habían preparado a los adultos  un show artístico y cultural a fin de brindarles una mañana alegre y divertida.

Sostuvo que buscan mejorar la metodología de trabajo para los ancianos. “Este centro da un servicio a todos los adultos que asisten voluntariamente, en el que reciben talleres psicológicos, manualidades, entre otros”. 

La directora de la fundación aseguró que en menos de dos años la entidad creció paulatinamente. Por ello, el proyecto se expandió en los sectores de Bastión Popular, Cisne 2 y Fertisa.

Ayer también, de 17:00 a 20:00, en la Plaza de la Música (ubicada en el Malecón del Salado) se realizó un festival musical. Hoy, por esta fecha, de 11:00 a 13:00 se desarrollará un espectáculo artístico, que incluye danza folclórica,  en el mercado artesanal de las calles Machala y Ayacucho.

Tomado de diario El Telégrafo, 20 de junio de 2009.