Una sencilla ceremonia se desarrolló por los 133 años de creación del Instituto de Neurociencias que se inició como Manicomio Vélez, en 1881, se convirtió en Asilo Lorenzo Ponce y, cuando la ciencia médica avanzó con la elaboración de fármacos, en Hospital Psiquiátrico Lorenzo Ponce, luego, desde hace tres años en Instituto de Neurociencias, en una institución en la que se aplica conceptos y tratamientos que se dan en países desarrollados, aunque aún quedan pacientes que no se pueden recuperar o abandonados.
"Esa evolución es la que deseamos se conozca por parte de la comunidad, hemos separado la atención que se da en el hospital con los servicios que se presta a través de la parte asilar, los hogares protegidos, los servicios de rehabilitación diurna, que son fundamentales para ayudar a los familiares de las personas que tienen un problema en su salud mental. Para evitar el abandono de los pacientes estamos dando una psicoeducación familiar, para que no vea a ese trastorno que le ha ocurrido como un daño que la afecta para siempre sino que comprenda que el trato adecuado de los familiares, el amor y cariño, la atención psicológica y la terapia farmacéutica le ayuda a mantener su equilibrio y evitar la situación de trastorno", explicó el Dr. Benjamín Rosales, Inspector del Instituto de Neurociencias.
Los cambios logrados no hubiesen sido posibles sin la participación y el cambio de actitud del personal del Instituto de Neurociencias y asumir los nuevos tratamientos y mirada hacia el paciente de la salud mental, no verlos como un árbol sino como un ser vivo que sufre una enfermedad como cualquier otra.
Benjamín Rosales puso énfasis en el trabajo que deben hacer con la comunidad, hacia fuera del Instituto de Neurociencias para que conozcan del avance logrado y vencer los mitos y los estigmas que hay que romper, "hay que trabajar con el periodismo y diferentes áreas de la sociedad para reintegrar a los pacientes y se cumpla su derecho al buen vivir, que es la tendencia mundial de no discriminación hacia las personas que tienen una incapacidad o trastorno, sino que ver el tratamiento para esa persona e integrarla a la sociedad", explicó.
Ya se han dado varios pasos, principalmente, el manejo que desde hace años se viene realizando con el suministro de información hacia los medios de comunicación. Hizo mención de "eventos como las casas abiertas, las jornadas de prevención de consumo de drogas, médicas y seminarios – talleres, sobre el que pueden intervenir asociaciones de psiquiatras y otros para que se puedan preparar mejor a los comunicadores sociales, cómo dar más información para que puedan difundir más y mejor lo que estamos haciendo", acotó el Dr. Benjamín Rosales, como resultado del foro sobre el Periodismo y la salud mental desarrollado en la presente semana.
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 foto 1: | Ing. Benjamín Rosales, Inspector del Instituto de Neurociencias | 220 Kb |
