"Ahora conozco y puedo movilizarme por el lugar donde vivo hace 9 años" manifestó Fausto Espinoza, no vidente de 72 años residente del Hogar del Corazón de Jesús de la Junta de Beneficencia de Guayaquil. Fausto, después de 3 meses de entrenamiento y con la ayuda de su bastón guía demostró cómo puede movilizarse libremente por las diferentes áreas del hogar hasta llegar a la Sala San José, ubicada en el 1er piso del Pabellón de varones, donde está su habitación.
"Estoy feliz y agradecido por lo que nos han enseñado. Ahora podemos ser más independientes y caminar por lugares que antes no conocíamos. Voy a la capilla, a los jardines del hogar, al comedor y disfruto también de las actividades como el canto y el baile que hace por las tardes" fue el testimonio de Fausto que junto a Bienvenida, Angélica y Daniel, forma parte de los 21 adultos mayores no videntes que residen en el hogar.
Para lograr la inclusión de este grupo en las actividades que realizan los adultos mayores, el Hogar del Corazón de Jesús, con la asesoría de la Escuela Municipal para Ciegos desarrolló el programa de capacitación para no videntes y personas de reducida visión para que reciban entrenamiento y aprender a desenvolverse de manera más independiente en sus actividades diarias dentro del hogar. De los veinte y un adultos no videntes, once son los que están en capacidad y tienen la voluntad de recibir el entrenamiento.
La inducción estuvo basada en la observación individual, para conocer las necesidades, motivaciones, inquietudes e intereses de cada no vidente; para luego poder establecer un plan de enseñanza y aplicación de técnicas de ayuda específica e individual. "Ha tomado tiempo, el observar a cada uno de ellos, cómo se maneja, la ruta que siempre han utilizado por muchos años, pero ha sido interesante orientarlos a otros lugares del hogar que han querido conocer" señaló la Gerontóloga del Hogar, Camila Valdiviezo.
Una de las recomendaciones fue que se los dotara de los bastones guías, que son diferentes a los de apoyo. "Estos son bastones personalizados, porque se los manda a hacer acorde a la medida de ellos y reciben el entrenamiento para su uso apropiado" acota Valdiviezo.
El entrenamiento ha involucrado también al personal de cuidado de los adultos mayores, para que conozcan cómo aplicar las técnicas adecuadas para ayudar a que las personas que no pueden ver, tengan la motivación de movilizarse de un lugar a otro de manera más segura.
